Derecho a la vida y federalismo ante el fascismo-feminismo de la SCJN

Por supuesto que yo rechazo tajantemente el centralismo fascista-feminista de la actual Suprema Corte de Justicia de la Nación y, como ya lo he expuesto en otras publicaciones, sostengo que el tema del aborto debe ser resuelto a nivel de cada entidad federativa, mediante plebiscito o consulta popular y tras un debate serio sobre el asunto. Y, por supuesto, todo resolutivo en la materia debe estar sujeto a permanente revisión según los avances de la ciencia y de los pactos políticos.

SCJN legaliza el genocidio de nonatos

La aberrante y abyecta Suprema Corte de Justicia de la Nación rompió, en esta semana fatídica, el histórico equilibrio entre mujer embarazada y persona por nacer (o persona nonata), para establecer un podrido e irracional criterio absolutista: ya no habrá sanción alguna para las mujeres que aborten, incluso cuando aborten a personitas que ya tengan su cuerpo totalmente formado y diferenciado. Como caso hipotético: nadie podrá penalizar a la mujer que aborte, por ejemplo, a un sietemesino. Imaginen ustedes otros casos similares.

¡Consulta popular en torno al aborto! ¡La SCJN apesta a feminismo!

El tema del aborto en México debe decidirse no a través de la votación de once monigotes al servicio de la mitología feminista, sino a través de una gran consulta popular de carácter federalista. Esto quiere decir que los mexicanos debemos decidir en las urnas, de forma directa, tras un período de debates y una a una cada entidad federativa si el aborto debe ser legalizado o no y bajo qué circunstancias.

La Carta de Madrid es esencialmente liberal; yo también la firmaría

De entrada les digo que yo también la firmaría, sin ningún problema, porque el contenido de la Carta de Madrid es esencialmente liberal y yo soy liberal-anarquista: la Carta de Madrid postula la defensa a ultranza de las libertades civiles más elementales frente al tendencial abuso de todo gobierno, especialmente de los gobiernos autoritarios y totalitarios.

Chingadazos para Lía Limón e impunidad para las feministas delincuentes

Las “mujeres empoderadas con perspectiva de género” no son aliadas ni entre ellas mismas: cada cual saca agua del pozo según sus más aviesos intereses. Eso de la “sororidad” se aplica con cláusulas de exclusión, con excepciones políticas y con reservas sectarias a pie de página. Vil y vulgar hipocresía eso de la mitología feminista.